miércoles, 7 de octubre de 2009

-Que es lo que quieres ahora?
-Esme quiere que bajes, nos criticas y tú tiene varios gestos humanos
-Cierra la boca-respondí molesta pero el solo sonrió, sabía que no podía discutir ya que tenía razón
-Discúlpate con ella, el que tu estés de un humor de perros no quiere decir que te puedas desquitar con Esme
-Olvídalo, y no planeo bajar- cerré de nuevo mis ojos e intente ignorarlo
-Estas en esta casa así que más vale que obedezcas, sé que me escuchas
-Maldita la hora en que esos estúpidos hicieron su disturbio en Seattle- dije para mi levantándome, deje mi ipod sobre el sillón, salí rumbo a donde estuviera Esme, además de prisionera ahora debía de ser sirvienta, simplemente grandioso!!!, camine lentamente hasta llegar a donde estaban todos, sabía que Edward iba detrás de mí, me gire y el entendió que es lo que quería
-Está en la cocina- se detuvo al final de la escalera con una sonrisa burlona
Camine más aprisa hacia donde estaba la cocina, la vi sentada en la mesa, parecía que tejía o algo parecido, me acerque sigilosamente
-Gracias por venir, temía que no lo hicieras-sonrió
-Me vi obligada
-Le dije que no lo hiciera- se movió de su silla, parecía que buscaba a Edward, pero se había marchado con los demás
-Y de que es lo que quieres hablar- dejo lo que hacía a un lado, y su atención estaba completamente en mí
-Como lo dije en un principio se que no es fácil, tu estas acostumbrada a algo totalmente diferente a lo nuestro, con eso me refiero a la dieta, pero estamos del mismo lado, todos queremos lo mismo a pesar de que tu dieta requiere la sangre humana, la defiendes es lo que hacen lo Vulturis
-Solo nos protegemos entre nosotros, para que todos los vampiros puedan seguir existiendo, no es que protejamos a una raza inferior, como lo son los humanos-dije un poco molesta pero sus palabras me había hecho reflexionar y sabia que aunque lo negara tenía un punto a su favor
-Te aceptamos aquí porque Aro es amigo de Carlisle desde hace siglos, nos respetamos mutuamente, nunca hemos puesto en tela de juicio su deseo de sangre humana, porque no nos afecta en lo más mínimo a nosotros, pero esta vez es completamente diferente
-Es diferente, porque estoy yo aquí
-Si, se qué opinas que somos una vergüenza por negarnos a beber sangre humana, pero hemos decidido que lo mejor es mantenernos a dieta de esta manera, no tenemos por qué ocultarnos y podemos estar cerca de los humanos sin ponernos en peligro, esas criaturas que denominas inferiores, tienen sus puntos buenos, pueden ser amables y no todas son detestables, es que al menos alguna vez has estado en contacto con alguna?, y no que sea tu alimento
-No
-Las reglas de esta casa fueron claras, no es porque a nosotros nos moleste que te alimentes de sangre humana- la observarme minuciosamente, parecía que me estaba autorizando a cazar, pero había algo mas- simplemente que no te lo permitimos, porque hay un tratado en estas tierras, si pasa algo de lo cual nos puedan responsabilizar, nos mataran
-Quienes?
-Lo Quileute, son una tribu de hombres lobo- sonrió al ver mi reacción de sorpresa
-Y como es que pueden vivir cerca de criaturas como ellas-pregunte no sé en qué momento me había sentado frente a ella, había abandonado mi careta de frialdad y estaba manteniendo una conversación civilizada con Esme quien era agradable.
-Tenemos nuestras restricciones, no podemos cazar en estas tierras ni pasar la línea, de lo contrario ellos tienen el derecho de comenzar la batalla, pero somos felices aquí, no nos importa tener que viajar para cazar, aunque sea un poco más lejos, Canadá es excelente, hay una gran variedad de animales- sonrió ampliamente al ver mi cara de asco, no lo pude evitar de solo hecho de imaginar el beber la sangre de algún animal
-Son felices aquí?, que es lo que hacen para divertirse un poco
-Cosas de humanos, no es tan malo como parece
-Prefiero no intentarlo, y morir de aburrimiento-dije encogiéndome de hombros, aunque sabía que tenía varios caprichos humanos, pero no lo admitiría frente a ella
-Detrás de esa chica dura hay una hermosa dama- me miro con una enorme sonrisa y me di cuenta de que habíamos tenido una plática normal, sin ofensas
-Porque haces esto Esme, te he tratado mal, muy grosera y aun así sigues siendo una mujer encantadora, otra en tu lugar me hubiera lanzado a la calle justo como los demás desean, estoy segura que esperan que lo hagas
-Lo hago porque sé que esto es nuevo para ti, el sarcasmo y tu mala actitud es tu defensa, he lidiado con peores, Emmet fue un caso serio, pero ahora es un chico excelente
-Todos me temen y tú me tratas como si fuera una muñequita- realmente me molestaba, que a pesar de mi comportamiento, me tratara como una más de su familia, su cariño se sentía, eso que un día había anhelado
-Ya te lo dije solo intentas intimidar, pero debajo hay una gran chica-me lo dijo casi en un susurro
-No es así-me levante bruscamente sin medir mi fuerza, me molestaba que me tomaran por una chica sensible, como si se tratara de una simple humana, en mi vida pasada fui todo lo opuesto y fui muy lastimada no lo seria nuevamente.
-Te marchas?- vio que estaba dispuesta a salir de la cocina-lamento si te ofendí
-Creo que lo que necesito es tomar un poco de aire- me contuve de ser nuevamente grosera con ella, me dispuse a salir de la cocina y vi que ella solo me observaba-recuerda de lo que hablamos
Salí de la cocina cruce la sala sentí que era observada, pero no me importo cruce rápidamente la casa hasta estar fuera, entré lo más rápido entre los árboles, solo quería distraerme llegue hasta el rio, di un salto para llegar a la otra orilla, no fue difícil corrí un poco mas salte y me coloque en una de las ramas de un harbo frondoso que me permitía tener una bella vista del lugar, pegue mi espalda al tronco respire profundo intentado relajarme, no sé cuánto tiempo estuve ahí, lo que me sorprendió fue que ninguno de mis niñeros se hubiera acercado, su aroma no estaba en el ambiente respire profundamente para cerciorarme, pero en lugar de ello percibí el aroma de un humano, mi sed era intensa, no lo pensé dos veces y me de guiar hasta donde llegaba el aroma, la oscuridad seria mi aliada, mi presa sería más fácil aun, no tenia ánimos para jugar con ella solo quería saciar mi sed, llegue a escasos 5 metros de un chico que no debía de pasar de los 19 años, su carro tenía problemas y estaba varado en el camino que cruzaba parte del bosque, me prepare escuchar su sangre recorrer sus venas su corazón latir me enloquecía, pero mi cuerpo no respondió, y a mi mente me saltaron las palabras de Esme, si yo cazaba ponía en riesgo a todos los Cullen.
- Y que me importaba ellos?- sin querer hable en voz alta, no eran nada mío solo me estaba brindando ayuda, sin importar lo mal que los había tratado, aun así seguían aceptándome en su casa
-Quien anda ahí?- escuche su voz entrecortada, era mi oportunidad no sentía el aroma de mis niñeros, solo era yo y este chico di un paso…Di un paso, pero las palabras invadieron mi mente me paralice y me eche a correr hacia el lado contrario, evite respirar, tenía que evitar sentir el dulce aroma de la sangre, tenía que alejarme, llegue al rio antes de lo que me imaginaba, lo cruce de un salto, caí sobre una roca haciéndola trozos, estaban las luces encendidas, vi por la ventana la silueta de Emmet inconfundible la silueta de ese grandulón, tome una bocanada de aire y sentí el aire libre de toda aroma humana, mi garganta me quemaba no entendía porque lo había hecho, porque lo había dejado vivir, estuve tan cerca, camine con paso decidido, abrí la puerta abruptamente todos se giraron para observarme Carlisle me veía más minuciosamente.
-Buenas noches Isabella
-No sé que tienen de buenas
-Ya basta, no tenemos porque estar soportando tus groserías-Rosalie que hizo a un lado a Emmett, me detuve en donde estaba y la vi se notaba molesta
-Rose
-Ya me canse, de que le soporten todo a esta niña mimada
-Rose tiene razón
-No por que seas parte de los Vulturis tienes el derecho a tratarnos como si fuéramos inferiores, somos iguales
-No lo somos-respondí furiosa, como se atrevía siquiera a pensarlo
-Rosalie, ya fue suficiente-interino una voz aterciopelada
-Tienes razón no lo somos tu eres una Asesina y nosotros no-sonrió
-Preferible ser una asesina a una fracasada e insípida barbie de segunda- me estaba conteniendo de atacarla
-Carlisle-Alice que saco del trance al vampiro
-Emmett llévate a Rosalie
-Esto no se termina aquí-la rubia mientras era empujada por Emmett fuera de la casa y él tenía una sonrisa en su rostro ya que Rose había dejado sin habla a esa intrusa que había llegado a su familia
Observe como Rosalie era empujada por Emmett, y al instante di media vuelta directo a mi habitación, cerré la puerta de un golpe, tenía que calmar mi ansiedad y mi furia hacia esa rubia insolente, me movía de un lado a otro de la habitación, como si intentara memorizar cuantos pasos había de la ventana a la puerta, fui al baño abrí el agua fría del lavado, y moje mi rostro, la temperatura era agradable, mi cuerpo comenzó a ceder, me estaba relajando, levante mi rostro, y me encontré con mis ojos, eran de un rojo oscuro como nunca los había tenido debía ser por la falta de sangre.
Salí del baño y escuche que Rosalie y Emmett ya estaban de nuevo junto a los demás
-Alguien tenía que decirle lo que se merece
-Deberías de habernos dejado a nosotros-la voz de Carlisle
-Es que ahora están de parte de esa intrusa-secundo Emmett a la rubia
-Si continuabas, ella te iba a atacar-Alice, me sorprendí de escuchar eso, sin duda es lo que hubiera pasado, si abría a boca de nuevo de nuevo.
-Creo que hubiera sido bueno que le hubieras dejado, alguien debe de romperle unos cuantos huesos y para mi seria un placer
-Rose tiene razón, es lo que le hace falta
-y Alice donde se metió?- el que pregunto debía ser el chico de aspecto extraño que según mis suposiciones era la pareja de Alice, se llamaba…Jasper
Su aroma llegaba hasta mi, se acercaba sigilosamente, sabía que era Alice, sin pensarlo salte de nuevo por la ventana, me interne en el bosque, corrí sin dirección solo por distracción, tenía que alejarme, me detuve al llegar a un claro, que estaba bastante alejado de la casa, era lo que necesitaba, estar sola, observe como la luna ya se posicionaba en el cielo, uno completamente despejado.
-Que es lo que te pasa?, que es lo que te está haciendo vulnerable?-me pregunte tomando una roca entre mis manos y lanzándola contra uno de los arboles que tenía en frente haciendo que este crujiera, tome otras más e hice lo mismo, las más pequeñas las presione en mis manos hasta que se hicieron polvo.
Sentí el aroma de ellos, debían de estar detrás de mí, no me gire, solo apreté mas mis puños y mi mandíbula, que no comprendían que necesitaba estar sola.
-Isabella, si no dices que es lo que te sucede no puedo hacer nada- escuche sus suaves pisadas no me gire relaje un poco mi mandíbula pero no me funciono aun no podía contestar
-Esme-dije en un susurro, supe que no comprendía lo que intente decir, se detuvo en seco al escuchar el nombre de su esposa
-Esme hablo con ella esta tarde- esa voz, me perturbaba, pero me hizo sonreír de manera arrogante, habían venido todos solo por mí, sabían de lo que era capaz y que uno de ellos no era suficiente para poder detenerme
-Es eso cierto-pregunto Carlisle yo solo asentí- estas en nuestra casa por un favor, pero no te atrevas a tocar a nadie de mi familia, de lo contrario no me importaría romper mi amistad con aro.
-Habla que es lo que sucede-su voz sonaba impaciente-Edward que es lo que piensa
-No lo sé-la frustración estaba en su voz, era eso lo que había intentado hacer desde que llegue, quería saber qué es lo que pensaba, pero era inútil mi don era superior, y ningún don mental me afectaba.
Respire profundo un poco más calmada y camine hasta quedar aun paso de distancia de Carlisle quien me seguía observando fijamente
-Solo quiero regresar-me impidió el paso, alce mi vista y vi una mirada penetrante de Carlisle, que jamás pensé ver esa mirada en sus ojos dulces
-Antes debes de decirme porque mencionaste a Esme
-Sera mejor que lo olvide-su expresión seguía igual
-Me dijeron lo de esta tarde, que estuviste apunto de atacar a un hombre, no te importa seguir la reglas
-Sigo las reglas, y en ellas se me permite alimentarme de sangre humana
-No esas reglas, las nuestras
-Basura-no soportaba esa situación, quería solo que se enfadara y me dejara marcharme, no quería hablar y darle el gusto de saber que había tenido la oportunidad de atacar a un hombre y no lo había hecho
-Si quieres seguir aquí debes de respetarlas
-Y si no?-lo rete
-Tendrás que marcharte, lo cual también será un disgusto para Aro, el saber que una de sus protegidas no es tan fuerte como creía
-Jamás ponga en duda mi fortaleza-nunca nadie me había subestimado de tal manera y vivía para contarlo
-Ve a casa y piensa lo que he dicho-me dejo pasar, los demás venían detrás de mí, llegue directamente a mi habitación y ahí me quede tirada en la alfombra, hasta que el sol salió, me levante solo para ducharme me vestí y de nuevo me deje caer sobre el sillón, mi ventana la había cerrado, no quería mas tentaciones, el aroma de Alice invadía el ambiente, cerré mis ojos y escuche que tocaba
-Puedo pasar
-Si-dije sin ánimos
-Vaya te has cambiado
-Solo venias a ver si me cambie o seguía con la misma ropa de ayer
-Ayudaremos a Carlisle en el hospital del pueblo, solo te venia avisar que se quedara Emmet y Jasper a tu cuidado, no intentes nada lo sabré
-Lo sabrás?, que eres adivina?
-Podría decir que si, veo el futuro y te mantengo vigilada-sin más se marcho, ahora entendía como se habían dado cuenta de mi primer ataque, pero no del segundo del cual había desistido, no debía de ser tan buena en realidad, seguí en lo que estaba tirada en medio de la habitación, me moví y sentí un bulto metí la mano debajo y saque el libro de Orgullo y Prejuicio, sin pensarlo lo comencé a leer, sabía que nadie me molestaría ni que recibiría burlas por ello, se había marchado y sabia que tanto Emmet como Jasper no se aparecerían en mi habitación de no sé por qué hiciera algo, pues no les agradaba en realidad.
Termine el libro justo cuando regresaban, debía de admitir que a pasar de ser una novela romántica y cursi, era bastante apegada a la realidad, pero eso jamás lo sabrían, cerré mis ojos y deje que los recuerdos llegaran a mi mente, el estar sola sin ruido, me permitían recordar ciertas cosas de mi pasado o debía decir de mi vida
------------------Flash back------------------------
Estaba sentada sola en la sala blanca de toque clásico, vi el periódico que tenía delante de mí y me sorprendió ver mi rostro en el de cuando aún estaba viva, estaba en la esquina inferior derecha de la foto de mis padres Charlie y René, debajo casi al final de la hoja, solo un auto hecho pedazos y dos cuerpos cubiertos por mantas llenas de sangre, eran de ellos mis padres, el solo imaginar el olor de la sangre, recuerdo que me hizo marearme y salir corriendo al baño, que irónica es la vida no soportaba el solo olor de esta y ahora es mi alimento.
----------------------Fin flash back-------------------------
El perderlos de esa manera fue lo que termino conmigo, eran lo único que tenia y se había marchado, eso había cambiado el rumbo de mi camino llevándome hasta donde estoy ahora convirtiéndome en una asesina.
Pensaba que esos recuerdos había desaparecido de mi memoria, pero no aun seguían vivos como si hubiera sucedido ayer, la herida seguía latente, y parecía que la estuvieran abriendo mas, Esme era tan parecida a lo que un tiempo fue mi madre, preocupada por su familia solo Charlie y yo éramos su mundo, no dejaba de demostramos su amor, me gustaba el poder platicar con ella de tantas cosas, era encantadora bastante moderna para su época, eso era lo que la caracterizaba. Y con mi nueva vida todo era diferente, nadie que se preocupara de esa manera, era solo un miembro más del grupo, pero llegue aquí y todo cambio, dio un giro inesperado, pero estaba realmente preparada para un cambio como este?

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