martes, 8 de septiembre de 2009

DIARIO DE UNA ASESINA CAPITULO 2

Bienvenida querida-dijo el mayor de ellos
-Quienes son ustedes? Y que es lo que hago aquí?- me sorprendió la voz que salió de mi garganta que me quemaba, era sedosa realmente hermosa, en verdad esta era mi voz, no podía ser de nadie más, a solo que uno de ellos hablara como una chica y leyera mis pensamientos, lo cual era imposible
- Mi nombre es Aro y el es mi hermano Cayo, somos los Vultoris y somos vampiros- dijo como si fuera lo más normal
-Vampiros es una broma-no pude evitar sonar un poco escéptica, pero al ver que sus rostros seguían intactos me percate de que no había sido una broma, hablaban en serio, y yo que decía que había cosas imposibles, definitivamente esa palabra debería ser removida de mi vocabulario
-No es un broma querida
-Eso quiere decir que soy la cena-permanecí sin moverme mientras los veía, me sorprendió que se rieran que es lo que les causaba tanta gracia, además no esperaba que se presentaran si lo que me esperaba era la muerte
-Querida, tú no eres la cena ni lo serás, eres una de nosotros ahora eres un vampiro- la voz de Aro era suave, lentamente se acero hasta donde me encontraba
-Yo un vampiro? pero cómo?- lo dije solo para mí ya que aun no podía creer lo que me decían, me sorprendió que ellos me habían escuchado
-Debo de decir que estoy realmente sorprendido por tu comportamiento, para ser una recién nacida te estás comportando de una manera extraordinaria
-Recién nacida?- regrese de nuevo a la cama, esto era una locura, sabía que algunas veces había tenido sueños locos y absurdos, pero este pasaba las fronteras, aunque todo lo percibía de manera distinta, los olores eran más fuertes de lo que recordaba, podía decir que algunos hasta me molestaban.
-Así es querida, acabas de nacer, como un vampiro, Demetri te encontró justo a tiempo y Aro logro convertirte en una de las nuestras, hubiera sido un desperdicio que hubieras muerto, tienes un don increíble que no podíamos dejar que se perdiera
-Entonces ustedes me salvaron y no estoy muerta?, quien se los pidió-me levante realmente molesta por la intromisión de estos tipos que solo me había truncado mi decisión, mire mis muñecas y vi que donde la navaja había perforado mi piel solo había una línea que no podía ser visible a simple vista
-Como te lo dije antes no dejaríamos que se perdiera tu don, eres única
-De que hablan?- siguió sin entender a que se refería, con eso del don
-Heidi y Jane te habían visto, utilizaron sus dones pero tu ni siquiera los percibiste, y yo no pude leer tu mente, aun cuando estuviste inconsciente, eres una joya es por ello que se que eres única en tu especie- el semblante de Aro era de frustración pero a la vez denotaba cierta emoción, manteniendo una mueca que podía segura era lo que más se asemejaba a una sonrisa- debes de tener sed?
-Quienes son ellas?, no se dé que me habla- cada vez que este hombre que se creía vampiro me hablaba me confundía mas, y una pregunta vagaba por mi mente en verdad era un vampiro o solo era algo que él creía?
-Ellas podría decirse que son mi familia como mis hijas, Heidi es una mujer de una belleza indescriptible que seduce y logra perturbar a cualquier humano que se cruce en su camino, lo intento contigo y sabes que es lo que sucedió?
-No lo sé-respondí encogiéndome de hombros
-Nada tu solo seguiste tu camino
-Así que decidimos que debíamos intentar con Jane- me gire para ver al otro hombre que estaba hablando
- Jane logra hacer sentir un gran dolor, todo lo que hace el poder de la mente, de nuevo no paso nada contigo, lo que nos impresiono-el rostro de Aro era de completa fascinación- pero se notaba que sufrías, el olor de tu sangre era exquisito lo que te hacía muy tentadora, pero por tu don les estaba prohibido tocarte
- Pero hace cuatro días ese olor fue perturbador, Demetri siguió el aroma que se esparcía por gran parte de volterra y ahí estabas tú, intentando acabar con tu vida, te trajo aquí a nuestro castillo y tomamos la decisión de hacerte uno de los nuestros, sé que no nos equivocamos en la decisión-la voz de Cayo sonaba un poco perturbadora-tu garganta te lastima no es así?
-Mucho- sin poder evitar lleve mi mano hasta mi garganta, como lo sabían?
-Te tengo un obsequio- vi que Aro le hizo una seña a Cayo quien salió pero al instante entro de nuevo con un hombre, su aroma era deliciosa, podía escuchar como la sangre corría por sus venas, el latir de su corazón acelerado, miraba hacia su alrededor, me miro fijamente y sus ojos brillaron
-Huele muy bien- llene mis pulmones que esa exquisita aroma
-Has lo que te dicte tu instinto-di un salto hacia atrás al escuchar esas palabras en mi oído, me había sorprendido de la manera tan rápida con la que se había movido, el hombre parecía muy asustado, sonreí de lado y sin pensarlo dos veces me fui contra él, mordí su garganta, él grito y se movía intentaba hacerme daño, pero su fuerza no era igualada en nada a la mía, su sangre era deliciosa, y la molestia que sentía en mi garganta desaparecía conforme la sangre bajaba lentamente, el hombre murió en mis brazos, lo deje caer y me limpie mi boca por la sangre que había escurrido lo cual me hizo sentirme un poco avergonzada, pero ellos parecían complacidos
-Lo lamento
-Espero que lo hayas disfrutado- la sonrisa de ambos hombres era un poco atemorizante, Cayo cambio su semblante a uno más serio para seguir hablando- esta nueva etapa tiene sus reglas y debes de cumplirlas al pie de la letra o tendremos que acabar contigo
-Pero que los vampiros no son inmortales- pregunte
-Lo son querida, pero aun así podemos terminar con su existencia, ya que no se le puede denominar vida porque estas muerta
-Eso quiere decir que si morí? -dije sin poder creerlo, esto era muy extraño, pero me podía acostumbrar
-Se puede decir que si, ya no eres más una humana, una nueva etapa acaba de comenzar, te espera todo un mundo nuevo por descubrir
Los años pasaron me entrenaron, y yo al igual que los demás en el castillo nos hacíamos cargo de vampiros que se dejaban ver o rompían algunas de las reglas, los Vulturis se podría decir que eran algo así como los reyes de los vampiros, ellos eran lo que hacían cumplir cada una de las normas de las cuales estábamos rodeados.
Aun recuerdo la primera vez que fui con ellos a terminar con un grupo de vampiros, que estaba causando un gran disturbio en el norte de Rusia, me había preparado durante un largo tiempo para ello, pero estar ahí me causo cierto temor, ver que eran sedientos, que no solo se alimentaban por saciar su sed, si no que disfrutaban el matar, estaban descontrolados y debíamos tomar cartas en el asunto, y eso solo indicaba que se tenía que matar a cada uno de los vampiros.
------Flash back----
-Estas lista bella será fácil- escuche la voz de Demetri quien nos guiaba hasta ellos, debo de admitir que era un excelente rastreador
-Si- mi voz sonó segura aunque por dentro sentía temor, pasamos por unos arbustos y los vimos matando a una familia, eran más que nosotros, la sangre de aquellos humanos me llamo
-Concéntrate bella, recuerda que venimos a terminar con esto, no es nuestra cena-a pesar de parecer muy pequeño Alec sabia como hacerme desistir
-Lo sé, pero el aroma es tan tentadora
-Aquí solo hay dos opciones, aniquilar o ser aniquilado- observe a Demetri y note la seriedad de sus palabras
-La segunda opción no es la mía
-Esa es nuestra chica- sentí la mano de Jane sobre mi hombro-vamos
-Encárgate de los de la derecha- ordeno Marco, Demetri asintió y se fue contra un grupo de tres lo que los puso en alerta
-Ustedes vayan por los del fondo- Jane y yo corrimos hasta llegar a un grupo de 7 hombres, Jane hizo caer a 4, se retorcían y gritaban por el dolor que estaban experimentando, yo de un solo golpe logre derribarlos 2, justo en ese momento fuimos cubiertos por una neblina muy espesa, ese era Alec los estaba confundiendo.
-Déjamelos, ve con Demetri-asentí ante la orden de Jane, se que ella aparentaba tener menor edad que yo, pero su experiencia era más amplia que la mía, por lo que debía de obedecerla por ahora, fui hasta donde sabía que estaba él, vi que Alec y Demetri tenían a uno grande que se resistía, en un impulso me subí en sus hombros tome su cabeza entre mis manos y la gire no olvido el crujir pero sirvió cayo de inmediato
-Gracias Bella- le devolvía la sonrisa a Demetri quien termino el trabajo, yo me encargue de 6 mas, cerca de 15 minutos después habíamos hecho una hoguera y los pedazos de cada uno de los vampiros que se habían opuesto estaban siendo arrojados, un aroma como de un perfume era el que se desprendía
-Buen trabajo Bella- me felicito Marco, quien aun tenía su mano sobre mi hombro
-No puedes negar que es magnífica- me gire para ver a Jane quien me guiño un ojo y se fue junto a su gemelo
-Sin duda de las mejores, es por eso que mañana podrás salir y cazar junto con Heidi, escogerás a tu presa te la mereces- no negare que me sentí feliz por el premio que me había otorgado Marco, sonreír y él me devolvió el gesto para después con una seña, nos indico que era momento de marcharse
----- fin Flash Back-----
Esta “Vida” en un principio me pareció dura, me había costado acostumbrarme pero después de aquella vez en la que había asesinado todo me parecía simple, era grandioso que tenía el poder de terminar con la existencia de otros seres, y es por ello que era temida por más de alguno, además mi fuerza era de gran ayuda, me estaba acostumbrando,
Salía por las noches, vagando por las calles siempre en compañía de algunos de los que hasta hora consideraba de mi aquelerre, la noche pasada había salido en compañía de Demetri quien desde hace un tiempo se notaba tenia cierto interés en mí, pero no era de mi total agrado, sabía que constantemente pasaba las noches con diferente mujeres, y yo no quería ser una más, si era sincera jamás había estado con un hombre de esa manera, pero sabía perfectamente que él no sería el prim

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